viernes, 12 de abril de 2013

Reporte de Lecturas "La Geografía en la Escuela Primaria"


La Geografía en la Escuela Primaria

Como se puede el aprendizaje de la geografía volverse una tarea grata y amable para los niños (Rafael Ramírez Castañeda).

Los maestros del pasado, cuando enseñaban geografía, ponían en las manos de los niños el libro de texto respectivo, les señalaban la lección del día, los hacia repasarla varias veces hasta que le habían aprendido de memoria, y se la tomaban, finalmente.

El conocimiento  del desenvolvimiento mental de los niños es de absoluta necesidad para la buena enseñanza de las diversas materias del programa y muy particularmente para la enseñanza de la geografía y aun cuando este breve tratado de enseñanza de la asignatura arranca del supuesto de que el estudiante sabe algo de psicología infantil ya que parece conveniente, sin embargo revisar aunque sea en forma simplificada las etapas de aquel desenvolvimiento.

Dentro del periodo de los seis años a los 12 años de edad es muy difícil establecer líneas definidas de demarcación para separar etapas francas de evolución mental bien caracterizadas, pues dicha evolución se realiza de manera continua. Sin embargo, pueden con buena voluntad establecer tres de ellas que aproximadamente corresponden a los tres ciclos en que se ha divido la educación primaria.

Los niños del primer ciclo de los seis a os ocho años son aptos para aprender por los sentidos y atraves de la actividad física. Púes el niño en este ciclo piensa casi en términos objetivos o concretos encontrando alguna dificultad en el pensar reflexivo abstracto a causa de la escasez de su experiencia.

En relación con la enseñanza de la  geografía todos los niños pueden aprenderla si tal aprendizaje arranca desde una comunidad concreta en que ellos viven y de sus alrededores,  haciendo el estudio de explorando a su comunidad y sus cercanías en todas direcciones, subiendo a la montaña, internándose en los bosques, recorriendo el valle, haciendo excursiones por las llanuras, así como participando en actividades recreativas entre otras cosas.
Los niños del segundo ciclo de los 8 a 10 años son capaces de ir más allá de la mera observación, mediante un trabajo reflexivo menos concreto y menos torpe que el de los niños del ciclo anterior; sus conocimientos ya no dependen exclusivamente de sus sentidos y de su actividad física.  A partir de esta etapa los libros empiezan a tener significado efectivo en ellos tanto como se refiere al texto y a las ilustraciones de cualquier tipo. Esto significa que los niños de este ciclo ya comienzan a emprender el estudio de la geografía de manera más formal.
Los muchachos y muchachas del tercer ciclo se distinguen por pensar de manera más madura tanto en sus formas de razonamiento inductivas como deductivas. En efecto tiene una tendencia muy marcada a reflexionar a establecer relaciones entre las cosas o los hechos y les gusta saber siempre el porqué de lo que sucede o se le dice. En el aprendizaje de la geografía, el método llamado problemas, el de estudio o de realizadas por equipos, están indicados para los que se ajustan a la psicología.

Dice el doctor Dewey: la experiencia de los niños es enteramente personal, ante un incidente hecho o asunto con que tropiezan, los niños responden siempre de acuerdo con las experiencias que se han recogido en la vida.

El aprendizaje de la geografía una vez interesados los niños en determinado asunto importa que el maestro tenga la capacidad bastante de descubrir esas innumerables rutas de desviación a fin de seleccionar las que son deseables para encaminarlos francamente por ellas.

Las correlaciones que deben hacerse al enseñar la geografía

En el lenguaje ordinario  todo mundo entiende por correlación la relación reciproca existente en tres dos o más cosas y los maestros transportando este concepto a sus tareas didácticas emplean la expresión con idéntico significado.

Con las correlaciones de la geografía tiene establecidas con las demás materias del plan estudios. La geografía en efecto tiene alguna relación íntima con el estudio de la naturaleza, la historia, con la física, con aritmética y con algunas otras de las restantes materias que constituyen el plan de estudios de la escuela primaria.

Hace más de un siglo que Juan Federico se dio cuenta que un  principio didáctico debe apoyarse y ayudarse mutuamente en las materias enseñadas, proceso de asociación que el mismo fue denominado como correlación.

En el documento se aconseja que para lograr más satisfactoriamente los objetivos anteriores los maestros deben ir estableciendo al desarrollar la unidad las correlaciones que tengan con la geografía sean la moral y civismo. Del examen cuidadoso que de ese esquema de correlaciones hemos hecho, llegamos a la conclusión de que al término de la unidad los niños quizás sepan muchas diferentes cosas, pero la medula o corazón de la unidad, los niños quizás sepan muchas diferentes cosas pero la medula o corazón de la unidad el conocimiento geográfico de América.
Cuando de abusa del principio de correlación se pierde todo interés por la tarea o se confunde la mente en la ejecución de la misma.

Una correlación de cualquier materia hecha dentro de un tópico geográfico que se está enseñando sólo es una buena cuando ayuda a la compresión del mismo o cuando aumenta el interés por el trabajo que se realiza.

Cuando un maestro está enseñando geografía puede y debe acudir a las otras materias del programa a fin de traer de ellas la luz necesaria para ver mejor la cuestión geográfica que está considerando o el estímulo adecuado para reavivar un interés que se adormece pero no puede ni debe abandonar la cuestión que está tratando para ir a retozar el campo de aquellas no más por que le dé la gana en estas cosas no hay que imitar la fea costumbre de aquellos maestros que al estar dando una clase de geografía, hacen a un lado a cada paso y con cualquier pretexto la cuestión que se está tratando de incursionar sin objeto alguno del campo de las diversas asignaturas.

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