La
Geografía en la Escuela Primaria
Como se puede el aprendizaje
de la geografía volverse una tarea grata y amable para los niños (Rafael
Ramírez Castañeda).
Los
maestros del pasado, cuando enseñaban geografía, ponían en las manos de los
niños el libro de texto respectivo, les señalaban la lección del día, los hacia
repasarla varias veces hasta que le habían aprendido de memoria, y se la
tomaban, finalmente.
El
conocimiento del desenvolvimiento mental
de los niños es de absoluta necesidad para la buena enseñanza de las diversas
materias del programa y muy particularmente para la enseñanza de la geografía y
aun cuando este breve tratado de enseñanza de la asignatura arranca del supuesto
de que el estudiante sabe algo de psicología infantil ya que parece
conveniente, sin embargo revisar aunque sea en forma simplificada las etapas de
aquel desenvolvimiento.
Dentro
del periodo de los seis años a los 12 años de edad es muy difícil establecer
líneas definidas de demarcación para separar etapas francas de evolución mental
bien caracterizadas, pues dicha evolución se realiza de manera continua. Sin
embargo, pueden con buena voluntad establecer tres de ellas que aproximadamente
corresponden a los tres ciclos en que se ha divido la educación primaria.
Los
niños del primer ciclo de los seis a os ocho años son aptos para aprender por
los sentidos y atraves de la actividad física. Púes el niño en este ciclo
piensa casi en términos objetivos o concretos encontrando alguna dificultad en
el pensar reflexivo abstracto a causa de la escasez de su experiencia.
En
relación con la enseñanza de la geografía
todos los niños pueden aprenderla si tal aprendizaje arranca desde una
comunidad concreta en que ellos viven y de sus alrededores, haciendo el estudio de explorando a su
comunidad y sus cercanías en todas direcciones, subiendo a la montaña,
internándose en los bosques, recorriendo el valle, haciendo excursiones por las
llanuras, así como participando en actividades recreativas entre otras cosas.
Los
niños del segundo ciclo de los 8 a 10 años son capaces de ir más allá de la
mera observación, mediante un trabajo reflexivo menos concreto y menos torpe
que el de los niños del ciclo anterior; sus conocimientos ya no dependen
exclusivamente de sus sentidos y de su actividad física. A partir de esta etapa los libros empiezan a
tener significado efectivo en ellos tanto como se refiere al texto y a las
ilustraciones de cualquier tipo. Esto significa que los niños de este ciclo ya
comienzan a emprender el estudio de la geografía de manera más formal.
Los
muchachos y muchachas del tercer ciclo se distinguen por pensar de manera más
madura tanto en sus formas de razonamiento inductivas como deductivas. En
efecto tiene una tendencia muy marcada a reflexionar a establecer relaciones
entre las cosas o los hechos y les gusta saber siempre el porqué de lo que
sucede o se le dice. En el aprendizaje de la geografía, el método llamado
problemas, el de estudio o de realizadas por equipos, están indicados para los
que se ajustan a la psicología.
Dice
el doctor Dewey: la experiencia de los niños es enteramente personal, ante un
incidente hecho o asunto con que tropiezan, los niños responden siempre de
acuerdo con las experiencias que se han recogido en la vida.
El
aprendizaje de la geografía una vez interesados los niños en determinado asunto
importa que el maestro tenga la capacidad bastante de descubrir esas
innumerables rutas de desviación a fin de seleccionar las que son deseables
para encaminarlos francamente por ellas.
Las
correlaciones que deben hacerse al enseñar la geografía
En
el lenguaje ordinario todo mundo
entiende por correlación la relación reciproca existente en tres dos o más
cosas y los maestros transportando este concepto a sus tareas didácticas
emplean la expresión con idéntico significado.
Con
las correlaciones de la geografía tiene establecidas con las demás materias del
plan estudios. La geografía en efecto tiene alguna relación íntima con el
estudio de la naturaleza, la historia, con la física, con aritmética y con
algunas otras de las restantes materias que constituyen el plan de estudios de
la escuela primaria.
Hace
más de un siglo que Juan Federico se dio cuenta que un principio didáctico debe apoyarse y ayudarse
mutuamente en las materias enseñadas, proceso de asociación que el mismo fue
denominado como correlación.
En
el documento se aconseja que para lograr más satisfactoriamente los objetivos
anteriores los maestros deben ir estableciendo al desarrollar la unidad las
correlaciones que tengan con la geografía sean la moral y civismo. Del examen
cuidadoso que de ese esquema de correlaciones hemos hecho, llegamos a la
conclusión de que al término de la unidad los niños quizás sepan muchas
diferentes cosas, pero la medula o corazón de la unidad, los niños quizás sepan
muchas diferentes cosas pero la medula o corazón de la unidad el conocimiento
geográfico de América.
Cuando
de abusa del principio de correlación se pierde todo interés por la tarea o se
confunde la mente en la ejecución de la misma.
Una
correlación de cualquier materia hecha dentro de un tópico geográfico que se
está enseñando sólo es una buena cuando ayuda a la compresión del mismo o
cuando aumenta el interés por el trabajo que se realiza.
Cuando
un maestro está enseñando geografía puede y debe acudir a las otras materias
del programa a fin de traer de ellas la luz necesaria para ver mejor la
cuestión geográfica que está considerando o el estímulo adecuado para reavivar
un interés que se adormece pero no puede ni debe abandonar la cuestión que está
tratando para ir a retozar el campo de aquellas no más por que le dé la gana en
estas cosas no hay que imitar la fea costumbre de aquellos maestros que al
estar dando una clase de geografía, hacen a un lado a cada paso y con cualquier
pretexto la cuestión que se está tratando de incursionar sin objeto alguno del
campo de las diversas asignaturas.
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