martes, 9 de abril de 2013

Reporte de Lectura Historia


Centro de Estudios Justo Sierra Méndez
Lic. En Educación Primaria
Guadalupe Rodríguez Veronico

Historia y su Enseñanza I
Víctor Manuel Jiménez Pérez

Martes 9 de Abril 2013

“Reporte de Lectura”


Las funciones sociales que Florescano le otorga a la historia son las siguientes:
La historia es la disciplina del “auto-conocimiento humano conocerse a sí mismo significa conocer lo que se puede hacer, y puesto que nadie sabe lo que puede hacer hasta que lo intenta, la única pista para saber lo que puede hacer el hombre es averiguar lo que ha hecho. El valor de la historia, por consiguiente, consiste en que nos enseña lo que el hombre ha hecho y en ese sentido lo que es el hombre”.
Desde los tiempos más antiguos, los pueblos que habitaron el territorio que hoy llamamos México acudieron al recuerdo del pasado para combatir el paso destructivo del tiempo sobre las fundaciones humanas; para tejer solidaridades asentadas en orígenes comunes; para legitimar la posesión de un territorio; para afirmar identidades arraigadas en tradiciones remotas; para sancionar el poder establecido; para respaldar con el prestigio del pasado vindicaciones del presente; para fundamentar en un pasado compartido la aspiración de construir una nación; o para darle sustento a proyectos disparados hacia la incertidumbre del futuro. En todos esos casos la función de la historia es la de dotar de identidad a la diversidad de seres humanos que formaban la tribu, el pueblo, la patria o la nación.
La recuperación del pasado tenía como fin crear valores sociales compartidos, infundir la idea de que el grupo o la nación tuvieron un origen común, inculcar la convicción de que la similitud de orígenes le otorgaba cohesión a los diversos miembros del conjunto social para enfrentar las dificultades del presente y confianza para asumir los retos del porvenir.
Dotar a un pueblo o a una nación de un pasado común, y fundar en ese origen remoto una identidad colectiva, es la más antigua y la más constante función social de la historia. Se inventó hace mucho tiempo y sigue vigente hoy día. Esta función primordial explica el atractivo tan grande que tiene el relato histórico y su audiencia vasta, continuamente renovada. Atrae al común de la gente y al curioso porque el relato histórico los transporta al misterioso lugar de los orígenes. Seduce al auditorio más variado porque ofrece un viaje a lugares remotos y propone esclarecer los comienzos del grupo. Al tender un puente entre el pasado distante y el presente incierto, el relato histórico establece una relación de parentesco con los antepasados próximos y lejanos,


Pero si por una parte la historia nos hace adentrarnos en las identidades del grupo y en la búsqueda de lo propio, por otra nos obliga a registrar la diversidad del acontecer humano, nos abre al reconocimiento del otro, y en esa medida nos hace partícipes de experiencias no vividas pero con las cuales nos identificamos y formamos nuestra idea de la pluralidad de la aventura humana.

Para el estudio de la historia, la inmersión en el pasado es un encuentro constantemente asombrado con formas de vida distintas, marcadas por la influencia de diversos medios naturales y culturales. Por esos rasgos peculiares del conocimiento histórico, a la práctica de la historia puede llamársele el oficio de la comprensión.Podemos decir entonces que estudiar el pasado supone una apertura a otros seres humanos. Nos obliga a trasladarnos a otros tiempos, a conocer lugares nunca vistos antes, a familiarizarnos con condiciones de vida diferentes a las propias.

Gracias al análisis de esos diversos momentos de la temporalidad, el estudio de la historia nos ha impuesto la carga de vivir conscientemente la brevedad de la existencia individual, la certidumbre de que nuestros actos de hoy se apoyan en la experiencia del pasado y se prolongaran en el futuro, y la convicción de que formamos parte del gran flujo de la historia, de una corriente mayor por la que transitan las naciones, las civilizaciones y el conjunto de la especie humana. Por otra parte, cuando la investigación histórica analiza los diversos hechos ocurridos en el pasado, se obliga a considerar cada uno de ellos según sus propios valores, que son precisamente los valores del tiempo y el lugar donde esos hechos ocurrieron.
La historia es necesaria, no sólo para hacer agradable la vida, sino también para conferir a ésta un sentido moral. Lo que es en sí mortal, a través de la historia conquista la inmortalidad; lo que se halla ausente deviene presente; lo viejo se rejuvenece.
Vincular la historia de la vida material, la historia social y la historia cultural con la historia política, con el análisis de las estructuras profundas del poder, uno de los campos del conocimiento histórico más descuidados en las últimas décadas.

Meyer llama “falsa responsabilidad social de la historia y verdadera responsabilidad social de la historia” a lo siguiente:
Quien dice "identidad nacional" dice "historia" y concede e impone una "responsabilidad social" a quien elabora, conserva y enseña la historia. No cualquier historia. La historia nacional. Tal responsabilidad social puede chocar con la profesionalización del historiador, proceso reciente que ha tenido dos vertientes: la "científica" -la historia como ciencia social o humana- que da por meta la objetividad, la búsqueda de la verdad; y la vertiente instrumental, aplicada, de una historia al servicio de un Estado, de una ideología, de una iglesia, etcétera. La sociología, la psicología, la filosofía se encuentra en la misma situación.

Consecuencias de cada tendencia en la formación de los ciudadanos de una nación.
La responsabilidad social puede chocar con la profesionalización del historiador proceso reciente que ha tenido dos vertientes la científica: la historia como ciencia social o humana que da por objetividad la búsqueda de la verdad. La historia pública presenta un desorden (aparente) de imágenes, de símbolos, de personajes ejemplares. Todo es tesis. Nos colorean algunas escenas, siempre repetidas.
Los que condenan y rechazan sin más el nacionalismo se exponen a no entender nada de lo que está pasando en el mundo.


¿Por qué propone Meyer integrar una buena dosis de “vida cotidiana” a la historia política?
Para hacerla más viva, más “veraz” para los alumnos, los lectores, los televidentes de esta manera el niño podrá tener mayor interés el historia dejándola de tener en un concepto de “Aburrida”.



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